viernes, 14 de agosto de 2015

Because we belong together now, forever united here somehow || -9

Seré clara: creo que todo el mundo sabe que las despedidas dan asco. Pero dan más asco cuando se sigue en la nube sin saber muy bien qué pasa.


¿Sabes ese momento en el que tienes ocho años y estás justo en frente de una tarta de chocolate con tus ocho velas, y alrededor todos tus amigos te están cantando el "Cumpleaños Feliz"? Bien, pues aquí la diferencia está en que no era mi cumpleaños, sino mi fiesta de despedida, no había tarta (...todavía) y mis amigos no estaban cantando el "Cumpleaños Feliz", sino Don't Stop Believing.

Xandre, Antía, Mario, Iru, Carlos y Dani.
Pese a todo, sí hay una coindicencia, y es que la duda es la de siempre: ¿qué cara pone unx en estos momentos? La mía en el momento debió ser un poema. O una canción de Journey. Porque puedo asegurar que no me esperaba tanto, y no puedo estar más agradecida y orgullosa.

Por otra parte, creo que he hecho la mejor decisión de mi vida: comprar un photocall. Y este es el porqué:






Sin duda era algo que necesitaba, esto de una fiesta de despedida (el photocall también, oye), pero como he dicho antes, las despedidas dan asco y tampoco te dejan muy claro cuál es la cara que debes poner cuando ves que las personas que llevan tanto tiempo contigo estarán lejos durante nueve meses. (Cumpleaaaaaaños feeeeeeliz)

Así que sólo me queda dar las gracias y mover ficha. Hasta la vista, amigos.
Pregúntame aquí.

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